Simon Dalgleish

Simon Dalgleish

Simón Dice

Un famoso dicho dice que “sólo hay dos cosas seguras en la vida: la muerte y los impuestos”. Me parece adecuado hablar de ellos ahora que estamos cerca de la fecha límite para presentar la declaración anual, ese trámite del que es imposible escapar. Si bien nadie puede decirse un fanático de los impuestos, a menos que seas quien los cobra, me parece importante reflexionar sobre ellos como parte del objetivo de este espacio por impulsar una cultura financiera saludable. 

Los impuestos, en pocas palabras, son la herramienta que tienen los gobiernos para operar y cumplir su labor de brindar seguridad, un entorno para el crecimiento económico personal y colectivo, así como programas de asistencia social a distintos niveles e inversiones que cada país requiere. Es la cuota de vivir en una sociedad, y desde los tiempos cuando un artesano pagaba un impuesto al reino por protección y poder comerciar, hasta la actualidad, es parte de las reglas del juego para dar movimiento a nuestra sociedad.

No quiero entrar en el debate de su aplicación y qué se hace con ellos, pero sí señalar que su percepción es un tema cultural que varía de un país a otro. Mientras en México hay un desgano general hacia su pago, en Estados Unidos son parte del día a día, al grado que muchos productos los ves anunciados sin el impuesto correspondiente, aún cuando sabes que siempre deberás destinar una parte para eso.

En lo que me quiero enfocar es en el marco mental desde el cual deberíamos abordar los impuestos como inversionistas interesados en lograr una libertad financiera: los impuestos son parte de nuestra vida, y más que darles la vuelta, debes aceptarlos y trabajar con ellos. Como un comentario importante, todas las siguientes reflexiones son principalmente sobre el Impuesto Sobre la Renta o ISR, que es un impuesto directo a nuestros ingresos.

Impuestos 101

Si ganas dinero, pagas impuestos… 

…sí, eso es todo. 

Tu estrategia 2022 

Al igual que en las inversiones, y parafraseando a Warren Buffet, el riesgo viene de no saber lo que estás haciendo. En el caso de los impuestos es lo mismo: conocer tus obligaciones y el marco normativo que te ayude en tus finanzas, en lugar de complicarte o tratar de darle vuelta, te ayudará a pagar los impuestos justos, pero siempre aprovechando los beneficios o oportunidades que la ley te presenta.

¿Qué debes saber?

Los impuestos en México, a muy grandes rasgos, son un cálculo en el que —dentro de ciertos tabuladores— pagas por determinada cantidad de utilidad (ingresos menos gastos), para los que conozcan un poco más del tema.

Necesitas comprender bien el origen de tus ingresos, ya que eso te dará pauta para ver cómo debes trabajar una mejor estrategia, pues dependiendo su origen debes actualizar tus obligaciones fiscales.

Algunos ejemplos para el mundo inversionista: 

  1. Si eres dueño de acciones, ya sea a través de una compra en bolsa o de fondos indexados, o eres parte de la sociedad que conforma una empresa mexicana o que tiene base en México (por ejemplo el VMEX, que es que es el ETF de Vanguard de México establecido en el país), en tu perfil del SAT debe existir la capacidad de recibir ingresos por dividendos, y esos ingresos se registran como tales. 
  2. Si, por el contrario, tienes dinero en fondos de empresas extranjeras y los ingresos no los generan empresas nacionales, en tu declaración simplemente se colocan como “otros ingresos”.
  3. Si estás invirtiendo en FIBRAS, dentro de tu perfil fiscal debes tener la capacidad de recibir ingresos por Arrendamiento, ya que estás percibiendo dinero por rentas.
  4. En las criptomonedas, aún cuando pudiera no existir una regulación específica, si estás generando ganancias éstas deben pagar impuestos; es importante tener un control de compra y venta, en especial al momento de convertirlo en moneda local.

Mi área de experiencia son las inversiones más que lo fiscal, por lo cual estos ejemplos que ofrezco sólo son para dejar más clara la idea. Si quieres conocer tu situación a la perfección, así como las obligaciones que tienes por cada inversión, te recomiendo ampliamente que consultes a un contador para ajustarte debidamente al régimen tributario.

Sé práctico, no te metas el pie

Es frecuente leer o saber de alguien que paga una cantidad mínima de impuestos sin salirse de la legalidad, debido a que tienen una minuciosa estrategia fiscal que les permite llegar a estas cantidades a través de deducciones y manejar sus gastos de una forma específica. Quizá suene como algo atractivo, pero este proceso puede ser desgastante, y como pequeño contribuyente puede resultar más engorroso que benéfico.

Si al buscar pagar menos impuestos te encuentras en una situación donde estás limitando tu crecimiento financiero, te diré que no es el camino correcto y estás a tiempo de reevaluar tu estrategia. Por ejemplo: un conocido me contó que su contadora le recomendó comenzar a gastar más, para poder hacer más deducciones a su empresa; él la frenó al decirle que su objetivo no era pagar cero impuestos, sino crecer el negocio. No podía limitar su crecimiento al quedarse sin utilidades, sólo por tratar de reducir sus obligaciones fiscales, ¡esto simplemente no tiene sentido!

Siguiendo esta idea, también te recomiendo que deseches la idea de buscar deducir todo de tu declaración: dependiendo de tu actividad económica, hay ciertos gastos que puedes deducir, pero hay muchos otros que no y tratar de forzarlos es una pérdida de tiempo y recursos. Es más sencillo que hagas el pago correspondiente y tomes todo esto como un aprendizaje para hacer tu estrategia fiscal del siguiente año, y que siempre al cobrar tengas en la mente que parte de esto son impuestos: practicar ese desapego simplemente te hará más feliz.

Planea y aprovecha los beneficios —sí, los hay

Al realizar tu declaración vas a tener una visión clara de cuánto ingresaste y gastaste el año pasado, hacer una comparación con tus expectativas y poder ajustarse a partir de ello. Es un momento bueno para reflexionar sobre cuál será tu estrategia y ver qué gastos sí puedes deducir más adelante.

Para las personas físicas, hay 3 principales deducciones que siempre se pueden meter: pago de colegiaturas, seguro de gastos médicos y atención médica particular. Aunque no es un apoyo infinito, pues tienen un límite de lo que puedes incluir en la declaración, es preferible poder deducir su máximo que no aprovecharlo en lo absoluto.

La declaración también ofrece otros beneficios, como el ser un respaldo para comprobar tus ingresos y acceder a algunos productos financieros, como créditos hipotecarios, por ejemplo. Si escondes tus ingresos, un banco puede negar un crédito por no contar con pruebas de tu liquidez o capacidad de manejar un crédito de gran tamaño, aunque la poseas; si por el contrario hiciste tu declaración y eres transparente en tus finanzas, las instituciones tienen más confianza y esto te abre las puertas a que sigas creciendo en tus negocios y patrimonio gracias a préstamos con montos más grandes.

Adicionalmente, existe la posibilidad de que tengas saldo a favor y te llegue una devolución. Como cualquier dinero que llegue a tus manos, planea muy bien qué hacer con las devoluciones y cómo puedes aprovecharlas al máximo. Por supuesto, no te recomiendo que lo gastes de inmediato, ya sea en planear un viaje o pagar servicios, sino que aproveches este monto para invertir. Ya te he hablado de algunos instrumentos interesantes antes, que te invito a revisar para que evalúes en cuáles podrías invertir con este saldo a favor, así sea mínimo, pues es mejor que comience a crecer que dejarlo acumular polvo en una cuenta de ahorro en el banco.

Por último quisiera retomar la invitación inicial a que formemos parte de la solución y no del problema. Si consideras que hay un mal manejo del dinero público, tratar de evadir su pago no hace sino alimentar las malas prácticas y suman a que haya una peor gestión de los impuestos. Esto en cuanto al campo financiero desde el que opino. Pagar nuestros impuestos es parte de nuestro deber como ciudadanos, y a la par debemos conocer más sobre las necesidades del país y como se usan, hay muchas problemáticas que atender, debemos hacer nuestra parte.

Si somos responsables con ello, estoy seguro de que muchos de los problemas financieros que atravesamos día con día pueden tener soluciones más accesibles para todos.

Impuestos en Mexico | Business Insider Mexico
Brenda Peralta

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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