- Beth Holmes, la principal ingeniera de conocimiento de Amazon Alexa, ha trabajado en inteligencia artificial durante más de una década.
- Fue diagnosticada con autismo a la edad de 43 años algo que, dijo, la hizo sentir aislada.
- Cuenta cómo progresó en su carrera y cómo su diagnóstico cambió la forma en que veía su trabajo.
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Cuando Beth Holmes consiguió su primer puesto relacionada con inteligencia artificial en 2007, la ingeniería del conocimiento era todavía un área relativamente nueva y su autismo aún no era diagnosticado.
«No tenía conocimiento previo o experiencia al respecto, ya que es un área tan específica», dijo Holmes. «Solo querían que entrara alguien nuevo y, con suerte, aprendiera».
En 2007, Holmes había concluido un doctorado en Matemáticas, pero tenía poca experiencia práctica trabajando con inteligencia artificial antes de obtener un puesto de ingeniero junior en una empresa emergente, Evi Technologies.
La ingeniería del conocimiento es una subsección de la inteligencia artificial que imita el pensamiento humano y los procesos de toma de decisiones para resolver problemas complejos.
Estos sistemas ahora se usan ampliamente en industrias como las finanzas, la atención médica y el servicio al cliente. Las y los ingenieros del conocimiento también trabajan en tecnología como el reconocimiento facial y programas que entienden el habla humana.
Evi procesó preguntas en lenguaje natural, las transformó en consultas legibles por máquina y generó un resultado. Posteriormente convirtió esos datos en una respuesta en lenguaje natural, esencialmente respondiendo una consulta de búsqueda de una manera humana.
A medida que tecnologías similares como Siri de Apple crecieron, Evi pronto atrajo compradores potenciales y Amazon se quedó con él alrededor de 2012.
Holmes ahora forma parte del equipo de Alexa, el rival de Siri. La compra condujo a mayores oportunidades gerenciales, aseguró.
«Antes de que Amazon adquiriera la startup para la que trabajé, cambié mis funciones de colaboradora individual a gerente», puntualizó.
Después de la adquisición, tenía margen de maniobra para contratar a más personas. «En esa posición pude desarrollar mucho mi equipo, lo que me ayudó a progresar en ese rol», comentó.
«La adquisición también creó oportunidades para conocer y trabajar con otras personas en el equipo de Alexa», agregó.
«Anteriormente, el equipo de Alexa no tenía las tecnologías de respuesta a preguntas y eso es algo que les aportamos en la puesta en marcha».
Holmes dijo que se sentía alienada por los mensajes de «mujeres y carreras»
En diciembre de 2020, Amazon tenía más del doble de hombres en puestos administrativos que de mujeres, según los datos de la fuerza laboral de la compañía.
Aunque su industria está dominada en gran medida por hombres, Holmes no percibió esto como un problema de la forma en que otros lo hicieron.
«Realmente solo me di cuenta cuando alguien comentó una vez: ‘Oh, son todos hombres y una mujer’. Luego me di cuenta de que era de un género diferente», aseveró.
«Me he acostumbrado tanto a ser diferente en general que tener diferentes partes del cuerpo estaba muy abajo en la lista de cosas que noto».
A los 43 años, al final de su carrera en ingeniería, a Holmes se le diagnosticó autismo.
Los diagnósticos tardíos en la vida no son infrecuentes para las mujeres autistas.
La Sociedad Nacional de Autismo de Estados Unidos menciona que muchas mujeres autistas se enteran de su condición años después o tienen dificultades para obtener el apoyo que necesitan.
Aunque el diagnóstico ofreció cierta claridad, Holmes puntualizó que fue reconocer su autismo en lugar de recibir una valoración oficial lo que cambió la forma en que veía su trabajo.
«Creo que solo me convencí realmente dos años antes del diagnóstico y eso cambió bastante mi relación con mi trabajo», mencionó.
Holmes agregó que un diagnóstico profesional la ayudó a sentirse menos aislada como mujer en la industria tecnológica.
«Solía sentirme alienada por el mensaje de ‘mujeres y carreras’. Parecía haber muchas creencias con las que no podía identificarme», consideró.
Experiencias en el trabajo
La presentación de las experiencias positivas y negativas de las mujeres en el lugar de trabajo le resultó ajena a Holmes. Se «celebró» que las mujeres tuvieran mejores habilidades sociales, pero les resultaba más difícil hablar en el trabajo.
«Tengo habilidades sociales imposibles», señaló, «pero soy muy franca».
«Fui particularmente incapaz de entender por qué la imagen de la tecnología necesitaba cambiar para atraer a más mujeres al alejarme de la ‘fotografía’ de los trabajadores de software como nerds, desaliñados, socialmente torpes, es decir, los rasgos comunes de Asperger con los que me identifico», expuso.
«Sentí que los esfuerzos centrados en las mujeres tenían como objetivo reclutar a ‘mujeres reales’ en lugar de personas como yo», precisó.
«Aprender sobre el autismo me hizo cambiar de opinión», comentó la experta en ingeniería.
«Significaba que podía verlo como una interseccionalidad: reconocer dónde he compartido o divergen los problemas en comparación con cada población, que las luchas de esas mujeres son válidas incluso si no puedo relacionarme personalmente y que también puedo agregar valor al brindar representación de un tipo diferente».
El trabajo flexible fue un impulso profesional
Cuando llegó la pandemia de Covid-19 a principios de 2020, el trabajo remoto fue una «bendición».
«Trabajar desde casa durante la pandemia ha sido increíble para mí. Me volví tan tranquila y concentrada en comparación con antes de la pandemia», dio a conocer Holmes.
Para aquellos que ingresan a la fuerza laboral y comparten su diagnóstico, Holmes recomienda preguntar por cualquier arreglo de trabajo que funcione para cada persona.
«Haz mucha introspección para descubrir qué es lo más importante para ti y sé muy honesto contigo mismo acerca de dónde están tus fortalezas y debilidades. Luego busca lo que mejor se adapte a ti», afirmó.
La experta en ingeniería destacó que «con el autismo, puede ser difícil ser consciente de lo que sientes sobre las cosas. Pero vale la pena hacer el esfuerzo porque lo que otras personas pueden querer por defecto probablemente sea menos aplicable a ti».
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