• El aumento en la inflación se debe principalmente al repunte en el precio de alimentos procesados y no procesados.
  • Existen problemas de logística y de concentración de poder en empresas de alimentos que han subido su costo, señaló Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México (Banxico), en un podcast para Grupo Financiero Banorte.
  • De no ser por el componente de los alimentos, la inflación se ubicaría en 3%, de acuerdo con estimaciones del Banco de México, señaló Esquivel.

El aumento de precio en los alimentos es el principal componente que ha elevado la inflación fuera del rango objetivo del Banco de México (Banxico), señaló Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco Central.

El repunte se debe principalmente a problemas de logística derivados de la pandemia. Pero también a que las empresas de alimentos en México han mantenido estos incrementos debido a su poder en el mercado, explicó Esquivel en el podcast Norte Económico de Grupo Financiero Banorte.

«Aquí entonces entra el choque mundial con problemas de oferta y de logística. También el tema de poder de mercado que tienen las empresas productoras de alimentos procesados en una economía como la mexicana», indicó el economista.

«Si uno ve el momento en el que ocurrió esto, fue básicamente al inicio de la pandemia. El aumento fue de una vez y para siempre. No se revirtió y que eso es lo que está haciendo que se mantenga elevada la inflación en estos meses», agregó.

En 2021 se reflejará debilidad en la economía

Si se excluyera el incremento de precios de los alimentos procesados y no procesados —como se hace en algunos países— la inflación rondaría en poco más de 3% anual, señaló el subgobernador.

«Esto quiere decir que el componente que realmente está generando que la inflación esté en la parte alta del rango, es debido a la evolución de los alimentos», precisó Esquivel.

A pesar de este repunte inflacionario, tanto Esquivel como las estimaciones de Banxico, calculan que los precios se estabilicen dentro del rango objetivo, y que la inflación ronde en 3% anual en la segunda mitad de 2021.

El problema es que esta reducción se deberá a una menor actividad económica. Esquivel prevé que en la segunda mitad del próximo año, se refleje la menor demanda en el sector servicios, lo que disminuiría su precio.

«El efecto de una demanda deprimida y que la economía continuará con menores niveles de actividad que tenía hasta el año pasado», indicó.

Calificadoras presionan a gobiernos y eso limita entrega estímulos

Las agencias calificadores y los inversionistas tienden a ejercer mayor presión a los gobiernos de países emergentes —como México. Esto impide que otorguen mayores programas estímulos fiscales para hacer crecer a la economía en época de crisis, señaló Esquivel.

«Las calificadoras sí creo que equivocadamente ponen el énfasis en indicadores que no son los más relevantes», dijo el subgobernador.

«Me parece que es un error que en medio de una crisis como la que estábamos viviendo, las calificadoras empezaran a hacer revisiones a la baja, negativas, cuando podían haber sido factores plenamente coyunturales», añadió.

Esta presión sobre economía emergentes generan una conducta en los gobiernos en contra del crecimiento económico en un entorno de crisis económica.

Esto debido a que los estímulos fiscales aumentan el gasto de los gobiernos. Eso puede aumentar su deuda, abriendo la posibilidad que disminuya su capacidad de pago. Eso puede derivar en una posible revisión a la baja en su calificación crediticia.

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