Simon Dalgleish

Simon Dalgleish

Simón Dice

Este año, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha estado trabajando en las autorizaciones de las empresas fintech en México. Las dos modalidades que contempla la regulación son: las Instituciones de Financiamiento Colectivo, o crowdfunding; y las Instituciones de Fondos de Pago Electrónico, también llamadas wallets.

Es una tarea que ha tomado casi 3 años de trabajo. Es un candado que brinda certidumbre y seguridad adicional para los usuarios de servicios financieros; además, ha sentado un precedente para la industria en la región.

No quiero extenderme en sus detalles; ya hablé de su importancia para tus inversiones en un espacio anterior. Pero, sí quiero retomar la discusión de su regulación para abordar otra cara del tema: la seguridad.

Como bien sabes, cuando recomiendo un instrumento  de inversión en esta columna, me gusta explicar los pros, contras, características y aspectos a tomar en cuenta en cada caso.

En lo que concierne a las fintech que están obteniendo su autorización, las nuevas IFC ahora estarán vigiladas y reguladas por la CNBV. Si tienes inversiones en ellas, ahora tendrás un respaldo adicional; este te indica que la organización cumple con elementos base de operación. También tendrás un camino claro ante la CONDUSEF para interponer quejas en su operación.

Los crowdfunding han abierto la oportunidad de inversión para grupos que antes no teníamos acceso o que requerían de muchísimo capital. Esta apertura también conlleva retos; uno de ellos es la seguridad, no hay herramienta financiera donde no exista un grupo intentando defraudar o engañar a la gente.

Aprovechando el contexto de que cada vez hay más autorizaciones —y un par de casos recientes de usurpadores de identidad—, quiero darte algunas recomendaciones de seguridad al hacer negocios en crowdfunding.

Revisa cada plataforma

A partir de la emisión de las autorizaciones, solo las entidades que obtengan el visto bueno de la CNBV podrán legalmente llevar a cabo proyectos de crowdfunding en los que puedas invertir.

Cualquier nueva plataforma o proyecto que surja o que te invite a invertir con ellos, debe primero presentar su documentación al regulador financiero y pasar por el mismo proceso que el resto de las empresas han recorrido hasta el momento.

Si no estás seguro del modelo de la plataforma, averigua cómo operan, y si es el caso, la página web de la empresa debe declarar su aprobación de la CNBV, o en su defecto, declarar que están operando bajo el artículo 8vo transitorio de la Ley Fintech, si siguen en proceso de autorización.

Sin esta autorización, la empresa estaría infringiendo la ley, y no tendrías un camino claro para interponer una queja o una querella ante una situación de conflicto con ella.

Cuidado con los impostores

El motivo de revisar el estatus de la aprobación de la empresa en la que deseas invertir, es que últimamente han surgido muchas plataformas “patito”, que buscan vender la idea de invertir en crowdfunding a la gente, sin contar con ningún respaldo.

Desde quienes te prometen rendimientos que no tienen sentido alguno (como puede ser hasta más del 50% de rendimiento anual), hasta quienes ofertan proyectos “muy similares” al crowdfunding, pero cambiando las palabras para tratar de evadir la regulación, estas plataformas no son nada confiables para que les des tu dinero.

Tampoco abras enlaces sospechosos de mensajes en tu correo electrónico, invitándote a participar en proyectos a los que nunca brindaste tus datos. Lo más probable en casos así, es que se trate de phishing (suplantación de identidad para robo de datos personales), así que revisa muy bien la información antes de abrir cualquier enlace que recibas.

¿Qué se puede o no hacer?

Si pudiste verificar la identidad de la empresa con la que deseas invertir, y ésta cuenta con su autorización, debes conocer bien cómo operan. Las entidades financieras no pueden disponer de tu dinero y hacer lo que quieran con él, pues cada figura legal puede hacer ciertos movimientos y otros no.

La Ley General de Sociedades Mercantiles distingue a distintos tipos de sociedades, como las SAPI, S.A. de C.V o S. de R.L. Toda empresa que desee hacer crowdfunding tiene que autorizarse como IFC, pues es la única figura que permite realizar campañas y captar dinero para invertirlo en proyectos de terceros, mientras que otras figuras pueden prestar dinero, pero no si es con motivos de invertir en terceros.

Hace no mucho, un amigo me contaba que una empresa le garantizaba rendimientos de 24%, pero que dicha empresa no solo no contaba con ninguna autorización, y luego al entrar en detalles llegó a la conclusión que el modelo que explicaron no le parecía viable. Esto fue una luz roja de inmediato y afortunadamente pudo salir antes de que comenzara el problema de verdad.

Esta persona pudo evitar el fraude al conocer exactamente la información que debía verificar, y gracias a eso evitó un fraude. Te aseguro que no es nada complicado, y que el tiempo destinado a hacer este análisis es completamente necesario si te interesa cuidar tu patrimonio.

Estoy seguro de que el ecosistema se fortalecerá aún más después de que más empresas obtengan la autorización del regulador, pues con una mayor competencia, el desarrollo de este sistema de inversión será mucho más acelerado, para beneficio de los usuarios.

Y para cerrar, me da mucho gusto informarles que M2Crowd ha sido autorizada como IFC por la CNBV.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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