- La automatización en las fábricas de Estados Unidos está causando un incremento en la mortalidad en personas de 45 y 54 años.
- El desempleo que esto conlleva está impulsando el aumento de la depresión, las sobredosis y los suicidios.
- Otro factor que intensificó el declive de los puestos de trabajo es la competencia con fabricantes de países cuyos costes laborales son menores.
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Cada vez son más los robots que sustituyen a las personas en las fábricas. En ocasiones con la intención de facilitar los procesos. En otras con el fin de ahorrar costos. Sin embargo, la automatización cada vez más extendida podría estar poniendo en peligro la vida y salud mental de las personas.
La incorporación de estas máquinas está aumentando la tasa de mortalidad entre los adultos estadounidenses en edad de trabajar, reveló un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Yale y la Universidad de Pensilvania.
La automatización en las fábricas está impulsando el aumento de la depresión, las sobredosis y los suicidios. Según el estudio, las personas de entre los 45 y 54 años son las más afectadas. En este rango de edad encontrar un nuevo trabajo empieza a complicarse.
«Durante décadas, los fabricantes de Estados Unidos recurrieron a la automatización para seguir siendo competitivos en el mercado global. Sin embargo, esta innovación tecnológica redujo el número de puestos de trabajo de calidad disponibles para los adultos sin título universitario», dijo, Rourke O’Brien, profesor de la Universidad de Yale.
La automatización pone en riesgo la salud de las personas. Esto ya que reduce el empleo, el acceso a la atención sanitaria y reduce la vitalidad económica. Todo ello influye de manera directa o indirecta en la salud de la gente.
Otro factor que intensificó el declive de los puestos de trabajo es la competencia con fabricantes de países cuyos costos laborales son menores, como China.
Investigaciones anteriores señalaron que la adopción de robots industriales provocó pérdidas de entre 420,000 a 750,000 puestos de trabajo entre 1990 y 2000. La mayor parte de estas fueron en el sector manufacturero.
Según el estudio realizado por O’Brien y su equipo, la automatización en las fábricas podría estar relacionada con el aumento del 12% de la mortalidad estadounidense por consumo de drogas; además del incremento de homicidios, cáncer y enfermedades cardiovasculares.
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