• Los ataques cardíacos silenciosos son tan peligrosos y comunes como los tradicionales.
  • Los infartos silenciosos son más leves y pueden no presentar ningún síntoma.
  • Así puedes identificarlos a tiempo y tratarlos.

Los infartos —o ataque cardiaco— tienen una lista clásica de síntomas: dolor en el pecho, falta de aire y la sensación de algo pesado en el torso. Pero no siempre.

En realidad, un ataque cardiaco silencioso, formalmente conocido como infarto de miocardio silencioso (IMC), es «silencioso» porque los síntomas son tan leves que la gente no se da cuenta que lo tuvo. Pero eso no significa que se pueda ignorar un ataque cardiaco silencioso.

Según los expertos médicos, este puede ser tan peligroso como uno tradicional.

De hecho, cifras de recogidas por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos señalan que entre 70% y 80% de los episodios isquémicos no presentan dolor torácico anginoso; ni ningún otro síntoma. En España, esto representa cerca de 45% de los casos.

A continuación encontrarás cómo saber si estás teniendo un ataque cardíaco silencioso y qué hacer al respecto.

¿Qué es un ataque cardíaco silencioso?

Un estudio de 2015 con casi 10,000 voluntarios —publicado en la revista Circulation— comparó los ataques cardíacos silenciosos con los tradicionales. De esta forma, descubrió que los asintomáticos representaban casi la mitad del total de dichas afecciones del corazón

Según la doctora Nicole Weinberg, cardióloga del Centro de Salud de Providence Saint John, Estados Unidos, pueden darse situaciones en que las personas no tengan ningún síntoma con un ataque cardiaco silencioso.

No obstante, suelen existir algunos síntomas leves, aunque pueden ser muy difíciles de reconocer a tiempo. 

Estos incluyen fatiga, acidez estomacal, molestias en el pecho, la espalda o la mandíbula y falta de aliento, conforme a la Academia Americana de Médicos de Familia (AAFP, por sus siglas en inglés). 

En tanto, un ataque cardiaco tradicional puede tener síntomas similares; pero también suele incluir una sensación de presión o dolor en el pecho, los brazos, el cuello, la espalda y la mandíbula.

Además, los síntomas de un infarto silencioso pueden confundirse fácilmente con los de otras patologías, como con una indigestión, un entrenamiento difícil o incluso un dolor de muelas.

Y aunque los síntomas no sean tan severos, Weinberg advierte que estos pueden ser tan graves como cualquier otro infarto.

Los ataques cardiacos silenciosos son peligrosos

Los ataques cardiacos, tanto silenciosos como tradicionales, ocurren cuando no hay suficiente flujo de sangre al corazón. Y ambos pueden ser igual de peligrosos.

De hecho, el primero podría aumentar la probabilidad de sufrir otro ataque cardíaco, así como la posibilidad de una insuficiencia cardíaca.

«Es crítico abrir una arteria cardiaca bloqueada tan pronto como se bloquea para que no estemos en una situación en la que haya una disminución del flujo sanguíneo y, en última instancia, tejido cicatrizado que perjudique la capacidad de alguien de tener una función cardiaca normal», explica Weinberg. 

Según el estudio de Circulation, los ataques cardiacos silenciosos son más comunes en los hombres que en las mujeres.

Sin embargo, estos suelen ser más graves en las mujeres. Ellas son más propensas a morir como resultado de uno, conforme a sus resultados.

Esto puede deberse a que las mujeres —y sus médicos— no necesariamente toman los síntomas con la suficiente seriedad, según la Asociación Americana del Corazón.

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Asimismo, los investigadores también descubrieron que los ataques cardíacos silenciosos son más comunes en los adultos mayores con diabetes.

Por ejemplo, en un estudio publicado en 2012 en The Journal of the American Medical Association, el 14% de los 337 participantes con diabetes experimentaron un ataque cardíaco silencioso frente al 9% de la misma población que tuvo un ataque tradicional.

Y ya con un infarto usual, los médicos pueden recomendar tratamientos que incluyen cirugía, medicamentos y cambios en el estilo de vida.

Por eso, los que no presentan síntomas son tan preocupantes. Entonces, si no sabes que tuviste un ataque al corazón, no podrás tratarlo o prevenirlo. 

Incluso, puede que solo te des cuenta de que tuviste un ataque al corazón tras experimentar síntomas de insuficiencia cardíaca; dado que estos pueden dañar los músculos del órgano.

Cómo reconocer un ataque cardiaco silencioso

Si crees que puedes estar experimentando síntomas de un ataque al corazón, debes ir a urgencias inmediatamente. 

Pero en la mayoría de los casos de ataques cardíacos silenciosos, los síntomas son tan leves o inexistentes que nadie pensaría necesariamente en acudir al médico. 

Por lo general, el diagnóstico se realiza en un examen físico de rutina o durante una visita al médico debido a síntomas persistentes como fatiga, falta de aliento e indigestión. 

Los factores de riesgo son los mismos que para un ataque cardíaco tradicional y silencioso: 

  • Antecedentes familiares
  • Edad avanzada
  • Hábitos como fumar o hacer poco ejercicio
  • Obesidad y condiciones como presión arterial alta
  • Colesterol alto y diabetes 

Si tu médico sospecha que tuviste un ataque cardíaco silencioso, el siguiente paso probablemente será que te hagan un electrocardiograma (EKG). De esta forma verá la actividad eléctrica del corazón y revelará el daño causado por un ataque cardíaco, apunta la Sociedad de Angiografía e Intervenciones Cardiovasculares de Estados Unidos. 

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