- Por órdenes de la Secretaría de Salud, toda persona que haya fallecido por Covid-19 debe ser llevada a cremar inmediatamente.
- Las dos empresas funerarias más grandes estiman que podrían duplicar el funcionamiento de sus hornos de cremación para hacer frente a la demanda.
- Sin embargo, Gayosso y J. García López coinciden en que no todas las funerarias están preparadas para seguir los protocolos para manejar cuerpos infectados con Covid-19.
Las funerarias serán un sector clave ahora que se declaró la Fase 3 por coronavirus en México. ¿Cómo se están preparando?
En entrevista para Business Insider México, las funerarias Gayosso y J. García López coinciden en que el protocolo para el manejo de personas fallecidas por sospecha o confirmación de Covid-19 es una situación que ya está contemplada en sus procesos.
Y es que dicen, antes de la llegada del coronavirus, ya atendían situaciones en donde tenían que manejar cuerpos con enfermedades infecciosas, por lo que ese protocolo forma parte de sus procesos habituales.
“Esto que está sucediendo con el Covid-19 no es algo nuevo, estamos acostumbrados a tratar con enfermedades de alto contagio, incluso con enfermedades con alto índice de mortandad como hepatitis, tuberculosis, VIH, neumonía, sarampión, es algo con lo que nosotros constantemente tenemos que lidiar”, explicó Alejandro Sosa, director de operaciones de Grupo Gayosso.
Sosa contó que se han reunido con las autoridades de la Ciudad de México para afinar los protocolos de atención a fallecidos por Covid-19. Además de todo lo referente a los traslados, las medidas de prevención para contacto de familiares de los fallecidos e higiene en general.
¿Cómo se traslada un cuerpo con Covid-19?
“Nosotros llegamos al hospital y debemos recibir el cuerpo en una bolsa biodegradable”, comenta Alejandro Sosa.
Los cuerpos son trasladados en vehículos destinados exclusivamente para ello y que son sanitizados de forma particular.
El personal, explica, lleva trajes especiales que cubren su cuerpo completo, además de caretas, mascarillas, guantes y químicos también para sanitizar, en caso de ser necesario.
“Los compañeros (que realizaron el traslado del cuerpo) también tienen que desechar de una forma especial el equipo que fue utilizado, porque no es reutilizable”, explica.
Funerarias que no están preparadas para manejar adecuadamente los cuerpos con Covid-19
Manuel Ramírez, director general de J. García López, aseguró que este protocolo no es seguido por todas las funerarias, ya que en el sector mexicano existe una gran informalidad.
“Algunas funerarias no cumplen con el cerco sanitario. Recordemos las imágenes del primer cuerpo con Covid-19, se recuperó sin ningún tipo de protección. Tenemos que seguir las buenas prácticas”, explica.
Afirma que las buenas prácticas para el manejo de cadáveres son, en primer lugar, asegurar la integridad de los colaboradores; en segundo lugar la integridad de las familias, garantizando que el cuerpo no va a generar o convertirse en un foco de infección.
El directivo de J. García López explica que no existe un censo formal que establezca cómo está conformada la industria funeraria en México, sin embargo, ellos estiman que existen alrededor de 5,000 establecimientos funerarios, de los cuales 60% operan en la informalidad.
Cómo se preparan las funerarias para ayudar a despedir a los muertos de las familias mexicanas
Alejandro Sosa explica que una vez que el deceso de una persona se ha confirmado por Covid-19, la indicación que tienen es que se realice una cremación directa.
Ello quiere decir que la empresa no procede a un servicio funerario en sala, ni a una velación, sino que el cuerpo se lleva directo a los centros de cremación.
“Por qué hacemos esto, porque nosotros no queremos poner en riesgo a nuestros clientes. Partiendo del principio de la sana distancia y de salvaguardar la integridad de las personas, nosotros no estamos llevando a cabo servicios funerarios, ni siquiera con las cenizas por el tema de la afluencia en las salas de velación”, dice.
Velorios sí, si no murió por coronavirus… pero respetando la sana distancia
El directivo de Grupo Gayosso explicó que cuando la muerte no está confirmada por Covid-19, se realiza la velación siguiendo las indicaciones de la autoridad, es decir, solo 10 personas máximo en la sala, y dependiendo de la entidad federativa en la que se realice.
Además de seguir las recomendaciones generales como el uso de mascarillas y gel antibacterial, cuidando la sana distancia y al final, por las noches, se sanitizan los espacios.
En el caso de J. García López, el director general de la empresa dice que en sus casas funerarias las familias siguen rindiendo homenaje a sus seres queridos que no murieron por coronavirus.
“Tenemos que ofrecerles a las familias lugares para hacerlo. Nuestras salas de velación se sanitizan 3 veces al día y eso garantiza el poder tener un lugar adecuado para rendir homenaje a sus familiares”, explica.
Decir adiós es difícil… más aún no poder ver el cuerpo
Alejandro Sosa explica que las cenizas son inocuas, es decir, no tienen ningún tipo de bacteria ni virus, no hay manera que puedan contagiar a nadie, sin embargo, la razón principal para no realizar velación es que se evita la concentración de personas.
Ante esta situación, una de las opciones que Gayosso está ofreciendo es el funeral virtual, un servicio que lanzó hace dos años. Esta es una herramienta que permite a la familia estar cerca y conectarse desde cualquier dispositivo.
Contó que además han ofrecido servicios en donde hay un ataúd en la sala, pero sin el cuerpo, porque se ha confirmado que murió por coronavirus. Esto, como una forma de recordar al ser querido.
“Por esos servicios el cliente no tiene que desembolsar un peso adicional”, asegura Alejandro Sosa.
Funerarias preparadas para enfrentar la demanda de fallecimientos por coronavirus
El directivo de Grupo Gayoso explicó que cuentan con 25 hornos para cremar cuerpos en todo el país y así enfrentar la pandemia en cualquiera de sus fases.
Comentó que están extendiendo un poco más la operación, sin que esto les llegue a generar un problema, para tener la capacidad en caso de que se requiera y aumentar el volumen de las cremaciones.
“Hicimos un ejercicio y prácticamente vamos a poder doblar el volumen de cremación que podemos hacer por día, en caso de que se llegara a requerir”, afirmó.
Por su parte, J. García López dice que tiene ocho hornos y que pueden realizar hasta 60 cremaciones al día, ya que cada proceso tarda de 2.5 horas a 3 horas, explica Manuel Ramírez.
El directivo comenta que también cuentan con cámaras de refrigeración, las cuales servirán para mantener los cuerpos ahí en lo que pueden ser cremados. Aunque espera que el número de muertos no se salga de control.
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