- Un proyecto en Michoacán está cambiando la forma en que los agricultores pueden trabajar el campo mexicano.
- 27 agricultores forman parte de un programa que les ofrece capacitaciones sobre modos de trabajo, herramientas tecnológicas, administrativas y hasta servicio de guardería.
- Esto ocurre en Maravatío, Michoacán, donde Grupo Altex comenzó un programa hace tres años para evitar que los campesinos emigren a Estados Unidos.
Un proyecto en Michoacán está cambiando la forma en que los agricultores pueden trabajar el campo mexicano.
Y es que 27 agricultores forman parte de un programa que les ofrece capacitaciones sobre modos de trabajo, herramientas tecnológicas, administrativas y hasta servicio de guardería.
Esto ocurre en Maravatío, Michoacán, donde Grupo Altex comenzó un programa hace tres años para evitar que los campesinos emigren a Estados Unidos y a cambio trabajen la tierra con mayores ventajas para ellos y el medio ambiente.
El proyecto en Michoacán
Grupo Altex es una empresa mexicana que se dedica a la producción de productos como frutas, vegetales y atún, alimentos que, en su mayoría, son exportados a EU, Canadá, Europa y Japón.
Esta firma mexicana tiene cerca de 6,500 colaboradores y cuenta con 80,000 hectáreas plantadas en varios estados de México como Baja California, Guanajuato y Michoacán.
Entre sus proyectos tiene el cultivo de 30 millones de lechugas hidropónicas que consumen tan solo una 1/8 parte del agua normal y no desgasta la tierra porque se producen fuera de ella.
Pero también apoya y financia el proyecto llamado Pequeños agricultores en empresarios agrícolas.
«Buscamos apoyar a los agricultores, a que sean más rentables, que no haya intermediarios que se queden con su dinero y también que emigren a Estados Unidos», dijo José Ávalos, director general de Grupo Altex.
El programa tiene que objetivo llegar a los 40 productores en los siguientes cuatro años. La condición para afiliarse es no tener más de 5 hectáreas para cultivo.
A cambio, Grupo Altex los apoya con préstamos, cursos para el manejo sustentable de la tierra, capacitación administrativa para que se registren ante el IMSS y el SAT y, finalmente, ellos les compran sus productos para exportarlos al mundo.
Este programa cuenta con el apoyo también de organizaciones civiles que trabajan de cerca con los agricultores y sus familias en la misma comunidad. Pero, además, empresas como Fundación Walmart o Danone también están involucradas.
«Nos pagan a tiempo»
Sin duda, las piezas más importantes de este programa son los agricultores mexicanos, en este caso de Maravatio, Michoacán.
Adalberto Escobedo y Fernando Sánchez son dos agricultores asociados a este proyecto.
«Lo que más me gusta es la seriedad de la empresa y que nos paguen a tiempo», dice Adalberto Escobedo. «Cuando yo entré en programa me encontraba buscando asesorías y me encontré con este proyecto», agrega.
Este agricultor mexicano narra que ellos no cuentan con estudios, pero gracias al proyecto ha recibido talleres sobre desde cómo aplicar el abono hasta contabilidad.
«Lo que más no da tranquilidad es que tenemos seguridad en cuanto a lo económico, nos pagan a tiempo y generamos empleos», dijo Escobedo.
En sus dos parcelas produce fresa y maíz, pero destaca que ahora hay un servicio de guardería para los asociados con un precio de 230 mensuales.
Por su parte, Fernando Sánchez reconoce que un principio no quería trabajar con ellos pues hay muchos intermediarios que no pagan precios justos, mientras que otros simplemente no cumplen.
«No quería trabajar con ellos, se los dije a los ingenieros. Pero ahora veo que está muy bien, nos dan un precio mejor», dice el agricultor mexicano.
Además, agrega que no sabían muchas cosas y ahora hasta les hicieron una aplicación móvil para registrar sus bitácoras de las fresas, maíz, frijol, lechuga y jitomate que cosechan.
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