• Las causas del dolor pélvico pueden ser las infecciones de transmisión sexual, los quistes, la endometriosis y las infecciones urinarias.
  • Algunas afecciones que causan dolor pélvico pueden empeorar si no se tratan.
  • Ponte en contacto con tu médico para obtener ayuda en caso de dolor pélvico intenso, repentino o continuo.

Muchas personas viven con dolor pélvico, que afecta a la parte más baja del abdomen, entre el ombligo y la ingle. El dolor puede ir de leve a intenso, y su intensidad puede fluctuar con el tiempo.

A menudo se puede tratar el dolor pélvico leve en casa con una bolsa térmica, un baño caliente o medicamentos de venta libre como el ibuprofeno o paracetamol.

Sin embargo, «un dolor pélvico prolongado, crónico y agudo, o un dolor pélvico aleatorio que puede ser debilitante, no es normal. Podría indicar una afección subyacente grave«, dice la doctora Thaïs Aliabadi, ginecóloga y obstetra.

Aunque el dolor pélvico puede sugerir la presencia de infecciones de transmisión sexual, endometriosis o varias otras afecciones, no siempre tiene una causa clara.

El dolor pélvico también puede confundirse con diferentes tipos de dolor, incluido el que afecta a los intestinos o a la vejiga.

A continuación, te decimos nueve causas comunes del dolor pélvico agudo y crónico, además de ofrecer algunas orientaciones sobre cuándo es mejor ponerse en contacto con tu médico

1. Enfermedad inflamatoria pélvica e infecciones de transmisión sexual

La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) puede provocar un dolor en la pelvis o en la parte inferior del abdomen que aparece de repente. Otros síntomas de la EPI son:

  • Fiebre
  • Dolor durante las relaciones sexuales
  • Flujo o sangrado vaginal inusual

La EPI suele estar causada por infecciones de transmisión sexual (ITS), como la gonorrea o la clamidia, que no han sido tratadas. La EPI también puede desarrollarse si las bacterias entran en el tracto reproductivo después de un aborto, un parto o durante el periodo menstrual, pero esto es poco común.

Cómo tratarla: Cuanto antes se trate la EPI con antibióticos de amplio espectro, mayor será la posibilidad de prevenir complicaciones, como la infertilidad y el dolor crónico. Estos antibióticos requieren la prescripción de un médico u otro clínico que los recete.

2. Endometriosis

La endometriosis, una enfermedad crónica que afecta al aparato reproductor y que puede dificultar el embarazo, suele estar asociada al dolor pélvico.

Cómo tratarla: Esta afección no se puede curar, pero los tratamientos habituales para mitigar el dolor incluyen:

  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno
  • Terapia hormonal, incluidos los anticonceptivos orales para evitar la ovulación y reducir el flujo menstrual

3. Embarazo ectópico

Un embarazo ectópico se produce cuando un embrión se implanta y crece fuera del útero, a menudo en una trompa de falopio. Los síntomas más comunes son:

  • Dolor intenso y calambres pélvicos, normalmente en un lado
  • Náuseas
  • Ausencia de la menstruación o sólo un ligero manchado
  • Sangrado vaginal
  • Mareos

Cómo tratarlo: Un embarazo ectópico es una emergencia médica y requiere ayuda médica inmediata, ya que puede causar una hemorragia potencialmente mortal si no se trata. Las opciones de tratamiento del embarazo ectópico incluyen la medicación y/o la cirugía.

4. Quistes ováricos

Los quistes ováricos rotos también pueden causar un dolor pélvico importante que suele producirse en un lado. El dolor puede ser agudo y ocurrir solo durante el coito vaginal.

Aunque los quistes ováricos suelen ser inofensivos, la rotura de un quiste puede causar:

  • Dolor pélvico repentino e intenso
  • Debilidad
  • Respiración rápida
  • Fiebre
  • Un quiste también puede provocar una torsión de ovario, que puede causar síntomas similares

Cómo tratarlo: Si sospechas que tiene un ovario roto, ponte en contacto con su médico lo antes posible. Tu médico puede recomendar que te hagas pruebas, como una ecografía, para ayudar a diagnosticar un quiste, además de ofrecerte orientación sobre las opciones de tratamiento.

5. Infecciones del tracto urinario

Las infecciones urinarias (ITU) pueden desarrollarse cuando las bacterias entran en el tracto urinario a través de la uretra y se multiplican en la vejiga.

Junto con el dolor o la presión en la zona pélvica, una ITU también puede causar los siguientes síntomas:

  • Una necesidad persistente de orinar
  • Dificultad para orinar
  • Sensación de ardor al orinar
  • Sangre en la orina

Cómo tratarla: Aunque algunas infecciones urinarias pueden tratarse en casa, los antibióticos recetados suelen ser la primera línea de tratamiento. Una vez iniciado el tratamiento, el dolor pélvico y otros síntomas suelen desaparecer en pocos días.

6. Fibromas uterinos

Aunque los miomas uterinos no siempre causan dolor o síntomas notables, a veces pueden desencadenar:

  • Molestias en la pelvis o en la parte baja de la espalda
  • Dolor durante las relaciones sexuales vaginales
  • Periodos menstruales abundantes con fuertes calambres
  • Presión o sensación de pesadez en la vejiga

Cómo tratarlos: Es posible que los miomas que no causan síntomas no necesiten tratamiento, pero si experimentas muchas molestias, tu médico podría recomendarte los siguientes tratamientos:

  • Medicamentos, incluidos los antagonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH)
  • Píldoras anticonceptivas o un DIU
  • Cirugía para extirpar los fibromas

7. Dolor en la cintura pélvica por el embarazo

En ocasiones, el embarazo puede provocar dolor pélvico y aumentar el riesgo de disfunción del suelo pélvico, lo que podría causar dolor en las relaciones sexuales vaginales e incontinencia.

«El dolor de la cintura pélvica es un subgrupo de dolor pélvico que suele aparecer en el primer embarazo a finales del segundo o tercer trimestre. Si se trata de un problema en embarazos anteriores, es probable que aparezca antes en embarazos posteriores si no se trata, ya en el primer trimestre», dice Heather Jeffcoat, doctora en fisioterapia y presidenta electa de la Academia de Fisioterapia de la Salud Pélvica.

Cómo tratarla: Muchas embarazadas experimentan ligeras molestias pélvicas debidas al crecimiento del útero y al estiramiento de los ligamentos redondos. Esto no suele requerir tratamiento médico, pero es posible que puedas mitigar el dolor con lo siguiente:

  • Terapia manual de un quiropráctico o fisioterapeuta
  • Ejercicios de estabilización del núcleo, que pueden ayudar a fortalecer las caderas, el estómago y los músculos de la espalda junto con los músculos del suelo pélvico
  • Ejercicios en el agua

8. Condiciones gastrointestinales

Los músculos del suelo pélvico desempeñan un papel fundamental en la función intestinal. Y si la función intestinal se ve alterada por afecciones gastrointestinales como el estreñimiento, el síndrome del intestino irritable, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, puede desencadenar calambres y dolor en la parte baja del abdomen o la zona pélvica.

Cómo tratarla: El tratamiento depende realmente de la enfermedad subyacente. Si solo se trata de un episodio de estreñimiento, ten en cuenta tu dieta durante los próximos días y opta por alimentos que ayuden a aliviar el estreñimiento, como las ciruelas pasas y los cereales integrales.

Si tienes otros síntomas como diarrea, heces con sangre y pérdida de peso inexplicable, es posible que tengas la enfermedad de Crohn u otra afección subyacente. Lleva un registro de todos los síntomas y de cuándo suelen aparecer, por ejemplo, después de comer o a primera hora de la mañana.

Dependiendo de la enfermedad subyacente y de la gravedad de los síntomas, el médico puede recomendar medicamentos o cirugía.

9. Cáncer

El dolor pélvico y de espalda persistente, junto con el sangrado y el flujo vaginal, también pueden ser signos tempranos de cánceres ginecológicos.

Los cánceres ginecológicos incluyen:

  • Cuello uterino
  • Ovario
  • Útero
  • Vagina
  • Vulva

El cáncer ginecológico suele ser hereditario. Si tienes antecedentes familiares de cáncer, además de sangrados y flujos vaginales inusuales, lo mejor es que te pongas en contacto con tu médico lo antes posible para discutir las mejores opciones de tratamiento.

Cómo tratarlo:

  • Cirugía
  • Radioterapia
  • Inmunoterapia
  • Quimioterapia

Cuándo debes consultar a tu médico

Muchas afecciones que provocan dolor pélvico pueden empeorar sin tratamiento. Por lo tanto, es esencial obtener atención médica para el dolor pélvico grave que no mejora en un día o más, o tiene síntomas adicionales, incluyendo:

  • Fiebre
  • Mareos o debilidad
  • Náuseas graves o crónicas
  • Sangrado o flujo vaginal anormal
  • Ardor intenso o crónico en la zona genital
  • Dolor intenso en un lado del abdomen
  • Tu médico puede utilizar una serie de pruebas para ayudar a identificar el origen del dolor pélvico

Después de descartar un embarazo, un embarazo ectópico y enfermedades importantes como la apendicitis, puede recomendar:

  • Análisis de sangre u orina
  • Ecografía
  • Laparoscopia
  • Un cultivo de células cervicales para descartar una ITS
  • Radiografía
  • Un TAC o una RMN
  • Colonoscopia
  • Sigmoidoscopia

Se aconseja concertar una cita con tu médico habitual o clínico en caso de que el dolor no mejore en varios días. Ellos pueden ofrecerte derivaciones a especialistas, como ginecólogos, gastroenterólogos y fisioterapeutas, si es necesario.

En algunos casos, es posible que el equipo médico no pueda identificar inmediatamente la causa del dolor. Pueden recomendar fisioterapia para el suelo pélvico o pruebas adicionales para determinar la causa del dolor pélvico crónico.

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