- Lucía Goy, graduada de la Facultad de Derecho de Harvard, dejó Skadden, una prestigiosa firma de abogados, a los 29 años.
- Después abrió su propio despacho, Goy Gentile, que tiene una base de clientes internacionales.
- Goy comentó que aprendió a perseverar a pesar del rechazo y los contratiempos iniciales, además de no tomarlos “tan personalmente”.
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Lucía Goy Mastromiechele dirige Goy Gentile, un bufete de abogados que creó en 2016 y que emplea a más de 20 abogados, pero el camino tuvo sus contratiempos y rechazo.
Actualmente, la firma trata principalmente con clientes internacionales que buscan asesoramiento fiscal al abrir un negocio en España.
A los 35 años, la graduada de la Facultad de Derecho de Harvard ya ha dejado dos prestigiosas firmas de abogados durante su carrera para perseguir su sueño de dirigir su propio despacho.
Tras licenciarse en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, Goy empezó a trabajar en el bufete de abogados Uría Menéndez, pero rápidamente se dio cuenta de que quería trabajar en un entorno más internacional.
Goy nació en Aberdeen, Escocia. Su madre es italiana, quien era inspectora de Hacienda, y su padre es español.
“Con los padres que tengo, no puedo concebir una vida que no sea internacional”, destacó Goy.
Para 2010, comenzó una maestría en derecho en la Facultad de Derecho de Harvard.
“En España, la mayoría de los estudiantes venían de una situación más o menos similar. Durante mi estancia en Harvard encontré un lugar donde todos venían de una parte diferente del mundo con una experiencia diferente y puntos de vista diferentes”, expuso.
Pero después de terminar Harvard, Goy señaló que envió su currículum a innumerables firmas en Nueva York, pero no recibió respuesta.
Oportunidad en Nueva York
Finalmente, Davis Polk & Wardwell, firma que inicialmente la había rechazado, le dio una oportunidad de trabajo.
“Cuando empiezas, es muy importante seguir intentándolo a pesar del rechazo y los contratiempos. Obtuve mi oportunidad de un lugar que no me había aceptado al principio. Creo que es una lección interesante para los jóvenes”, agregó Goy.
Más tarde se cambió a Skadden, una empresa que prometía una carrera estable, prestigiosa y lucrativa en una de las firmas de abogados más establecidas de Estados Unidos.
Sin embargo, en 2016, Goy, de 29 años, dejó Skadden para cumplir su sueño de establecer su propio despacho.
“A lo que más renuncié cuando dejé Skadden fue a la oportunidad de aprender. Estar en un lugar como ese es estar en el centro del mundo con gente absolutamente brillante”, aseveró Goy.
“Te pierdes, por ejemplo, en operaciones como la fusión de Iberia y British Airways. Me dijeron infinidad de veces que me había equivocado, que me arrepentiría. Respondí igual que en Uría, que algún día podría lamentarme, pero que otros, tal vez no tanto”, agregó.
El éxito ante el rechazo y los contratiempos
“Tener éxito es disfrutar lo que estás haciendo. No es que sea necesariamente un fracaso no hacerlo, pero sí creo que el éxito es algo muy subjetivo, es lograr las metas que te has propuesto y disfrutarlo”, continuó Goy.
Goy sintió que, si tenía que fallar, preferiría hacerlo rápido.
Los primeros clientes llegaron lentamente. Goy estaba constantemente calculando cuánto tiempo podía permitirse mantener la empresa en marcha.
Esto fue a pesar de los costos relativamente bajos de continuar con el despacho de abogados que, describió, era esencialmente solo una computadora en una oficina pequeña.
“Al principio, es fácil perder la confianza”, aseguró Goy. Agregó que le diría a su yo del pasado que “si las cosas no salen bien, está bien, pero que no se tome las cosas tan en serio, tan personalmente”.
“En general le diría que con calma y tranquilidad las cosas salen mejor”, continuó.
La abogada precisó que muchos de sus mentores no dudaron en recomendarle clientes cuando se enteraron de lo que estaba haciendo.
Goy Gentile ha ganado premios a medida que ha crecido. Ahora tiene presencia en Estados Unidos, Reino Unido, España y Argentina.
Goy expuso que muchos de los clientes latinoamericanos de la firma estaban interesados en el mercado inmobiliario español, mientras que trabajaba con clientes europeos y estadounidenses más en inversiones de capital privado y la industria española.
“Queremos ser el despacho de referencia para los inversionistas extranjeros”, destacó.
Goy agregó que el bufete de abogados también trabajó en temas fiscales con jóvenes que buscaban crear nuevas empresas o invertir en criptomonedas.
Ella concluyó comentando que su siguiente paso fue abrir una nueva oficina en Miami al inicio de este año.
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