- El Plan Nacional de Vacunación contra Covid-19 establece que se vacunará a la población según su edad y la vulnerabilidad, ¿es el mejor criterio?
- El trabajo del ingeniero químico Jorge Rodríguez, de la Universidad Khalifa de Abu Dhabi, sugiere que debe darse prioridad a la vacunación de las personas que más interactúan, como trabajadores esenciales y jóvenes, no a los más afectados por el virus.
- Con ello se multiplicaría la efectividad de la vacuna al reducir las infecciones y la mortalidad tanto entre los vacunados como entre quienes entran en contacto con ellos.
El coronavirus nos ha enfrentado a grandes debates, entre los que sí creen y los que no, entre los que se cuidan y los que no; sin embargo, una realidad que no podemos soslayar es que familias completas se han contagiado al interactuar con solo una persona.
Y es que muchos de quienes se contagiaron se cuidaban, han permanecido en sus casas en cuarentena, y aún así no se han librado del virus. Hay personas que al ser trabajadores esenciales, o que no pueden desarrollar su actividad en casa, deben salir y su interacción con otros es mayor.
Con el inicio de la vacunación para evitar el contagio de coronavirus en Europa, y la próxima llegada de la vacuna a otros países como México, existen dudas sobre a quién poner las vacunas primero. ¿Debe basarse en la edad, como ya está establecido en el Plan Nacional de Vacunación contra Covid-19?, ¿o se deberían inmunizar a esos grandes dispersores del virus?
Se ha detectado que los jóvenes y los trabajadores esenciales son los que podrían estar más expuestos al virus y, a su vez, contagiarlo a los más vulnerables. Entonces, a los adultos mayores o al joven que sale de fiesta, ¿a quién se debe vacunar primero contra el coronavirus?
El modelo que sugiere que la vacuna contra coronavirus sea para los más expuestos
Uno de los estudios que cuestiona el criterio de vacunación por edades es el realizado por Jorge Rodríguez, de la Universidad Khalifa de Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos).
A grandes rasgos el modelo sugiere que debe darse prioridad en la vacunación a las personas que más interactúan, como trabajadores esenciales y jóvenes, en lugar de regirse por la edad, como marca el plan que han puesto en marcha México y otros países.
Con ello se multiplicaría la efectividad de la vacuna al reducir las infecciones y la mortalidad, tanto entre los vacunados, como entre quienes entran en contacto con ellos, se establece en El País.
“Si la vacuna es también eficaz contra la transmisión (de Covid-19), nuestro modelo indica, de forma inequívoca, que la vacunación prioritaria a los grupos de población con más interacciones podría reducir el número de fallecimientos totales frente a si se vacuna por criterios de alta mortalidad”, explica Rodríguez.
Una priorización adecuada de la vacuna contra coronavirus podría reducir hasta en un 70% las muertes
En el estudio de Rodríguez, aún sin revisión por colegas, se estima que una priorización adecuada reducirá las muertes hasta en un 70%; mientras que al dar preferencia a los grupos con mayor mortalidad, pero con menores interacciones sociales, se tendría un número mayor de muertes finales.
El especialista aseguró que el plan por grupos vulnerables es contrario a los estándares de salud pública de toda la vida, sobre todo considerando que hoy no se tienen las vacunas para todos.
El ingeniero químico pone un ejemplo: «En caso de contar solo con 10 vacunas y tener 30 personas, la mitad de ellas mayores, ¿a quién se debería vacunar primero?, ¿Al más vulnerable y que pasa el mayor tiempo en su casa y se protege?, o ¿a la chica que trabaja de cajera en el supermercado donde atiende al anciano, a mi madre y a otros vecinos?»
Esto significa que no se trata de una mera cuestión de edad, sino del número de interacciones diarias con otras personas.
El esquema que recomienda la OMS para la vacuna contra el coronavirus
En Francia, por ejemplo, la autoridad sanitaria recomendó comenzar con los residentes y empleados de hogares de ancianos, seguidos por los ancianos y los trabajadores de la salud; luego los mayores de 50 años, posteriormente las personas cuyas profesiones los ponen en riesgo de infección, pacientes con complicaciones médicas y gente que padece pobreza. Al final el resto de la población.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sugerido este enfoque, que también fue elegido por muchos países ricos.
Y en medio de toda esta discusión aparece otra variable, y son esas personas que están dudando en ponerse la vacuna, porque tienen miedo de los efectos secundarios o los famosos movimientos antivacunas.
Y a tí, ¿cuál de los dos modelos te parece que podría ayudar más al eliminar la amenaza del coronavirus?
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