• Existen ciertas habilidades clave que son muy útiles para liderar equipos productivos, comprometidos y que se sientan felices.
  • Robert Walters, consultora en búsqueda y selección especializada de mandos intermedios y directivos, generó una lista de esas habilidades.
  • Alejandro Paz, country manager en Robert Walters, asegura que se debe tener el equilibrio justo entre brindar apoyo y contar con autonomía.

Cuando se trata de liderazgo el estilo es algo similar a la escritura, es muy personal. Sin embargo existen ciertas habilidades clave que son muy útiles para liderar equipos productivos, comprometidos y que se sientan felices.

Alejandro Paz, country manager en Robert Walters, asegura que uno de los aspectos más desafiantes de asumir un rol de liderazgo es obtener el equilibrio justo entre brindar apoyo y contar con autonomía.

Para lograr ese equilibrio, los líderes deben centrar su atención en desarrollar relaciones de confianza con sus equipos.

No se trata solo de escuchar los pensamientos e inquietudes de tu equipo, sino también de actuar sobre la retroalimentación que recibes. Cumplir promesas, rendir cuentas y comunicarte de manera abierta y transparente ganará la confianza y el respeto de su equipo, dice.

Robert Walters, consultora en búsqueda y selección especializada de mandos intermedios y directivos a nivel global, generó una lista de esas habilidades, ¿las tienes?

1. Para ser tener un mejor liderazgo gerencial es importante escuchar y observar

Escuchar es una habilidad fundamental para que los líderes puedan comprender los sentimientos e intenciones de sus equipos.

Si bien puede ser tentador adelantarse a expresar tu punto de vista o para compartir una idea, siendo paciente y dando a los miembros de tu equipo espacio para hablar, permitirá comprender completamente lo que el empleado busca expresar. 

Esto no solo ayuda para evitar malentendidos y frustraciones, también establece un respeto mutuo y crea un sentido de un objetivo compartido.

Del mismo modo, vigilar no solo lo que tu equipo cumple, sino la forma en que logran las tareas es otro aspecto crucial. Por ejemplo, un miembro del equipo sobresale continuamente en su desempeño, ¿cómo puedes asegurarte de que esté siendo desafiado y no se quede estancado?

Por otro lado, un miembro del equipo puede necesitar tu apoyo. ¿Se incumplen los plazos con regularidad?, ¿siempre está estresado? Estas son las señales de alerta de un empleado dirigiéndose hacia el agotamiento. 

Si observas estas advertencias los signos tempranos pueden ayudarte a adaptarte antes de que los empleados se desmotiven, se sientan infelices o se sienten mal.

¿Quieres mejorar?

Tómate un tiempo para tener espacios con tu equipo, evita distracciones y emplea la escucha activa: toma nota mental de las señales no verbales como el tono, el ritmo, el volumen, el contacto visual y lenguaje corporal para ayudarte a entender exactamente lo que se está diciendo.

2. Delegar debe ser una de tus habilidades en liderazgo gerencial

En un cargo gerencial o directivo, estás al mismo tiempo lidiando con múltiples responsabilidades, incluida la planificación de nuevos proyectos, la gestión de tu carga de trabajo, asistir a reuniones y desarrollar a tu equipo: no puedes hacerlo todo y es por eso que delegar es una habilidad clave para todos los líderes, pero no siempre se realiza con facilidad.

La delegación bien hecha requiere que identifiques las habilidades de tu equipo y asignes tareas en consecuencia. Ayudarlos a aumentar su productividad mientras desarrollas la confianza y las habilidades de su equipo.

¿Quieres mejorar?

Delegar puede ser complicado. Para algunos gerentes, ceder el control es difícil: ¿hay alguien en el equipo con las habilidades adecuadas para hacer la tarea en cuestión?, ¿tendrán los mismos estándares que si lo hicieras tú mismo?

Identificar la causa de tu preocupación es el primer paso, quizás necesites conocer las fortalezas de tu equipo o mejorar la confianza y comunicación. 

Puede que solo necesites ponerte cómodo para no tener el control. Cualquiera sea la razón, comienza delegando las tareas más pequeñas, asegúrate de que tu equipo sepa qué, cuándo y cómo debe realizarlo, así como que contarán con tu apoyo en caso de que lo necesiten.

3. Comunicar efectivamente

Como gerente, eres la línea de comunicación entre la alta dirección y tu equipo, y viceversa. En resumen, es tu responsabilidad garantizar que todos entiendan el objetivo final y cómo lo lograrán. Para hacer esto de manera efectiva, necesitas que la información fluya en ambos sentidos.

¿Quieres mejorar?

Tener una política de puertas abiertas o una reunión regular del equipo. Además de sesiones 1-1 facilita una línea de comunicación abierta y asegúrate de que todos estén informados sobre cuáles son los proyectos prioritarios.

Es importante que tus empleados sepan que estás disponible y accesible para que puedan discutir cualquier problema o inquietud a medida que surgen. 

4. Motivar el desempeño

Los empleados motivados son empleados productivos pero influir en las actividades y perspectivas de cada persona es uno de los elementos más difíciles de ser gerente porque lo que los impulse para desempeñarse de manera excepcional difiere de una persona a otra.

No obstante, hay pasos que puedes seguir para construir una cultura de equipo de alto rendimiento. Si tu equipo tiene claro el impacto que están teniendo en la empresa, y cómo la empresa está beneficiando al mundo, entonces será mucho más fácil superar los desafíos. 

Además, el reconocimiento de logros y fomentar la colaboración para lograr los objetivos proporcionará una base sólida un ambiente de trabajo positivo.

¿Quieres mejorar?

Mantener un alto nivel de motivación a largo plazo va más allá de reconocer un trabajo bien hecho.  Cuando se trata de motivar a las personas para que superen sus objetivos, hay algunos puntos de acción a considerar:

  • Establece expectativas claras
  • Asegúrate de que tu personal sepa lo que se espera de ellos, y cómo se evaluará su desempeño.
  • Haz que las metas sean alcanzables
  • Proporciona comentarios constructivos y continuos
  • Implementa un proceso de retroalimentación continua

5. Elogiar públicamente, y corregir en privado, es sin duda una de las habilidades de liderazgo gerencial

La retroalimentación negativa puede ser abrumadora. Hacerlo públicamente no solo es humillante sino también es una forma rápida de hundir la moral del equipo. Si surgen problemas, siempre manéjalos con sensibilidad y detrás de una puerta cerrada.

Por el contrario, reconocer el trabajo y los logros sobresalientes es muy eficaz cuando se hace frente a una audiencia, ya que puede ser motivador para el individuo elogiado y alentador para el equipo en general. Sin embargo, no a todo el mundo le gusta la atención, así que adapta la forma en que comunica el elogio para que se adapte a los miembros de tu equipo preferencia.

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