• Amy Morin  es psicoterapeuta, trabajadora social clínica con licencia, entrenadora de fuerza mental y autora de bestsellers internacionales.
  • Si bien algunas personas pueden tomar decisiones que parecen contrarias a la intuición de ser fuertes, Morin explica que estas elecciones son fundamentales para desarrollar la fortaleza mental.
  • Las personas mentalmente fuertes saben cuándo dejar de fumar, reducir la velocidad, pedir ayuda, cambiar su entorno laboral y aceptar sus emociones.

Al igual que no debes juzgar un libro por la portada, no debes determinar si alguien es mentalmente fuerte con solo observar su comportamiento en el trabajo. Después de todo, nunca se sabe qué tipo de batallas internas podría estar librando alguien.

Además, en la superficie, algunos de los comportamientos que exhiben las personas mentalmente fuertes pueden confundirse con debilidad, en lugar de con fuerza. De hecho, algunas de sus opciones pueden parecer contradictorias a primera vista. Pero aquí está la razón detrás de algunas de esas decisiones que toman.

1. Alteran su entorno

Cuando vea que alguien esconde el plato de dulces en su escritorio, su primer pensamiento podría ser: «No debe tener fuerza de voluntad». Pero la verdad es que los recursos como la fuerza de voluntad son limitados, no importa lo fuerte que seas.

Las personas mentalmente fuertes quieren reservar esos recursos para las batallas más importantes de la vida. Establecen sus vidas de una manera que les asegura que no tendrán que luchar constantemente contra la tentación durante todo el día.

La fuerza mental no se trata de poder tolerar el dolor y soportar un malestar extremo sin estremecerse. En cambio, a menudo se trata de elegir qué batallas quieres pelear.

2. Sacan tiempo para reflexionar

Puedes imaginar que una persona fuerte no necesita tomarse el tiempo para pensar; después de todo, está ocupada haciendo cosas importantes.

Pero las personas mentalmente fuertes saben que su forma de pensar es importante. Ya sea que estén reflexionando sobre sus errores para poder aprender de ellos, o que estén creando nuevas metas profesionales para ellos mismos, reservan tiempo para pensar.

No importa lo ocupados que estén, se toman el tiempo para reflexionar sobre sus vidas. De hecho, cuanto más ocupados estén, más tiempo necesitarán para pensar en cómo asegurarse de que sus prioridades estén en consonancia con sus valores.

3. Renunciaron

Las personas que no comprenden la fuerza mental a veces dicen cosas como «las personas mentalmente fuertes nunca se rinden». Aunque eso no es cierto.

Las personas que actúan con dureza pueden terminar una carrera con un tobillo roto. Pero las personas fuertes saben cuándo dejar de fumar. Dejan a un lado sus egos y tiran la toalla con bastante frecuencia.

Cuando descubren que el esfuerzo por alcanzar una meta no está en consonancia con sus valores, es posible que la abandonen. Por ejemplo, si la familia es una prioridad máxima, es posible que abandonen un trabajo secundario que interfiere con el tiempo en familia.

O, si se dan cuenta de que un objetivo va a requerir el 100% de su atención y ese objetivo es el tercero en la lista de prioridades, es posible que renuncien. Entonces, tienen aún más energía para concentrarse en sus principales prioridades y otros objetivos.

Saben que son lo suficientemente fuertes para manejar cualquier crítica que puedan recibir por «renunciar» y tienen la mente abierta para cambiar sus opiniones.

4. Piden ayuda

Las personas mentalmente fuertes saben que no tienen todas las respuestas. No les preocupa intentar demostrarles a todos que son completamente autosuficientes todo el tiempo.

Piden ayuda cuando la necesitan. Ya sea que eso signifique ir a terapia antes del trabajo para asegurarse de que están cuidando su salud mental o que signifique pedirle a un amigo un consejo financiero o laboral, reconocen que otras personas tienen habilidades, conocimientos y recursos que pueden ayudarlos. Y no se sienten inseguros al reconocer eso.

5. Aceptan sus emociones

Es posible que escuche a alguien decir algo como: «Es tan fuerte. Ni siquiera lloró en el funeral». Pero la supresión emocional no es un signo de fuerza. Después de todo, se necesita más fuerza para reconocer y expresar sus emociones que para enmascararlas.

Las personas mentalmente fuertes abrazan las emociones, incluso las incómodas. Saben que está bien sentirse triste, enojado y asustado. En lugar de escapar de esas emociones, recurren a habilidades de afrontamiento saludables para manejarlas.

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