- El Gas Bienestar representaría un golpe para la apertura en el sector, lo que podría desincentivar la inversión que incentiva la reforma energética.
- Esta podría ser una buena idea si hay un acuerdo con el sector privado y aumenta la competencia en donde la Cofece ha identificado concentración de mercado.
- Pero si se ofrece un producto a precios por debajo del costo de mercado, podría ponerse incluso en riesgo la seguridad de los usuarios con menores ingresos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció que Pemex distribuirá gas LP a través de una empresa a un «precio justo» con el objetivo de evitar un impacto al poder adquisitivo de los hogares con el reciente aumento al costo de los hidrocarburos.
De acuerdo con 3 especialistas, esta propuesta es inviable debido a la situación financiera de Pemex, pues una empresa de esta envergadura tendría consecuencias para su posición financiera en términos de inversión, falta de capacidad operativa y oferta a precios por debajo del mercado.
Además, coincidieron, no se resolverán problemas de regulación y se desincentivaría la inversión en este sector, desatendido desde hace varios años. Asimismo, explicaron que puede haber riesgos para la seguridad de los usuarios en condiciones más vulnerables, debido a que al dar precios por debajo del mercado se abre la puerta a que haya malas condiciones en la operación.
Vender a un precio con subsidio e imponer precio máximo lastimaría la competencia en el sector
AMLO indicó que la introducción esta nueva compañía será aumentar la competencia con precios más justos. Sin embargo, Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base, explicó que Gas Bienestar golpearía la importación que comenzó apenas en 2017.
Antes de ese año, Pemex importaba casi 90% del gas. Pero tras la reforma energética de Enrique Peña Nieto, las empresas obtuvieron permiso de importar este insumo. Por esto, establecer una empresa que compita en condiciones desiguales y un precio máximo afectaría a los demás participantes.
Además, se desatenderían de fondo las recomendaciones de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), lo que desincentivaría la inversión.
«Se estaba generado un mercado más competitivo; todo lo han absorbido las empresas comercializadoras. Y ahora tendrían un menor margen o incurrir en un mayor costo al competir con Pemex. Entonces esto representa no solo un paso, sino muchos pasos atrás en cuanto a competencia», señaló Siller en entrevista. «Y con la creación del Gas Bienestar, se alcanza otro nivel de política económica que puede incurrir en incertidumbre sobre el país», añadió.
Gas bienestar es buena idea si se fortalece la regulación y se realiza un acuerdo con el sector privado
Rosanety Barrios, consultora independiente en energía y con amplia experiencia en el sector, explicó que las empresas privadas son las que han desarrollado la infraestructura para almacenamiento y distribución de gas en los últimos años.
Previo a la apertura a la importación de gas y debido a la situación financiera de Pemex, el sector privado ya almacenaba este insumo, con sus propios recursos. Esto dio pie a una concentración de mercado. Por lo tanto, lo que el sector necesita son incentivos para mayor competencia y por lo tanto disminuir los precios, indicó la especialista.
«Es claro que donde hay concentración de mercado, hay que inducir competencia. En ese sentido, una empresa que pudiera funcionar en algún tipo de alianza con la iniciativa privada, podría hacer que esto funcione», señaló Barrios en entrevista.
«La conclusión es que el estado no tiene tiempo ni dinero. Lo mejor es aprovechar lo que ya existe. Para mi, es posible una alianza con privados, identificar con Cofece donde hay concentración de mercado, y de esa manera inducir competencia», añadió.
Gas Bienestar podría funcionar si el precio no se subsidia, y es justo: un costo cercano a lo que establece el mercado, pero con menores márgenes de ganancia en las regiones donde se necesite.
«Pero si la intención es otra, y estamos hablando de un discurso político, los resultados podrían ser muy diferentes», advirtió la especialista.
Riesgos de seguridad si Gas Bienestar tiene la presión de entregar un producto barato
Pero una reducción de precios o establecer un costo máximo podría tener repercusiones más allá de ocasionar un daño a los mercados, existe un riesgo de seguridad para los usuarios más vulnerables, explicó Miriam Grunstein, académica asociada al Centro de México del Baker Institute for Public Policy.
«Ya tuvimos gas LP subsidiado por mucho tiempo y distribuido por particulares. Eso llevo a muchas distorsiones y abusos al no crear una industria eficiente, con una calidad del servicio ínfima que pega a lo que menos tienen», señaló Grunstein en entrevista.
«Entonces si van a vender cilindros severamente subsidiados, yo creo que la calidad será ínfima. Y eso con un combustible altamente volátil por su compresión, además de los problemas de mercado, hay problemas de seguridad industrial que hay que atender», añadió.
Tan solo la semana pasada, Pemex tuvo que lidiar con un incendio masivo en una de sus plataformas causado por un ducto de gas natural. Pero además de estas fallas operativas de Pemex, Grunstein señaló que existe un riesgo inherente para los usuarios con menos recursos económicos. Y estos serían los principales consumidores del Gas Bienestar.
«Entonces tenemos un país que en seguridad industrial definitivamente no luce por su excelencia. Y hay muchos incentivos cuando tienes subsidios a bajar tu costo que pueden incluso poner en riesgo la seguridad de tu usuario».
«Todo mundo está viendo el problema de los mercados, lo cual es cierto, pero a mi lo que realmente me angustia es la seguridad industrial de los que menos tienen, que vayan a recibir cilindros en un estado peligroso», añadió Grunstein.
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